Liberación (farmacología)
El concepto farmacológico de la liberación es el primer paso del proceso en el que el medicamento entra en el cuerpo y libera el contenido del principio activo administrado. El fármaco debe separarse del vehículo o del excipiente con
el que ha sido fabricado, comprende tres pasos: desintegración,
disgregación y disolución. Las características de los excipientes tienen
un papel fundamental, ya que tienen como una de sus funciones el crear
el ambiente adecuado para que el fármaco se absorba correctamente. Es
por ello que medicamentos con la misma dosis, pero de distintas marcas
comerciales pueden tener distinta bioequivalencia, es decir, alcanzan concentraciones plasmáticas distintas, y, por tanto, efectos terapéuticos diferentes.
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